Por más de mil generaciones la Orden Jedi mantuvo el equilibrio entre la fuerza, representando todo lo que, el lado luminoso desea para el cosmos, más, cuando llegó el Cisma, aquellos cien años de pena y oscuridad que a su paso solo dejo el nacimiento de los Sith. La guerra se vino encima de todo lo que alguna vez representó la Orden, la cual fragmentada enfrentó hermanos Jedi unos contra otros, hasta que finalmente la Antigua República, cayó y junto con ella desaparecieron los Sith.
La Nueva República Galáctica, el amanecer que solo trajo oscuridad
En toda luz siempre permanece la oscuridad, así como en la oscuridad nunca falta la luz, por ello, pese a la esperanza que arrojó la Nueva República Galáctica, bajo el manto protector de la Orden Jedi, los Sith quienes, entrenando en las sombras con la guía de Darth Bane, alcanzaron un conocimiento único de la fuerza, y continuaron corrompiendo maestros hasta adentrarse en lo más profundo de la República, convirtiéndola finalmente en un instrumento para el lado oscuro, manteniendo a Lores Sith, en sus cargos más prominentes.
El senador Palpatine ahora es el canciller supremo de la República, y la Guerra Clon dejó atrás todo el miedo que era capaz de crear el lado oscuro, por ello, el infectado gobierno de la República cazo a los últimos Maestros Jedi, hasta exterminarlos casi por completo con la Orden 66, pero al atraer a Anakin Skywalker al lado oscuro, aquel a quien la profecía había anunciado como el gran salvador de la Orden, fue el golpe final, dejando únicamente al Imperio Galáctico como el gobierno en quien todo el cosmos debía servir.
El Gran Maestro, siempre el Jedi más sabio
Durante los tiempos de luz, los hombres siguen a los hombres de luz, durante los tiempos de guerra y oscuridad, necesitan un Maestro. Por ello, el Alto Consejo Jedi, nombra a un líder entre ellos, el más sabio y el más antiguo miembro, para que lidere y de paz durante los momentos más difíciles.
Durante años el Maestro Yoda, cumplió dicha función, liderando a la Orden Jedi frente a su exterminio, que solo dejó a su aprendiz Luke Skywalker, como el sobreviviente que nuevamente elevó a la Orden Jedi, como los Guardianes de la Paz que durante siglos fueron, solo que, dejando atrás todos los principios políticos que el Alto Consejo había instaurado, para retomar una sabiduría mucho más antigua, que él mismo recopiló y protegió, los antiguos Textos Sagrados de la Orden Jedi, pero sin olvidar todo lo necesario para ser un Maestro, todo el sacrificio que representa y el servicio que nunca termina, pues incluso en los tiempos de paz, la fuerza necesita de su lado más luminoso.
El camino de los Jedi
En el nacimiento de la Orden, los Caballeros Jedi se consideraban a sí mismos como los únicos protectores de la paz, siendo los seres capaces de controlar la fuerza, pero ante la corrupción de aquel gobierno en el que creían, dejaron a todos los Maestros frente a un acontecimiento que nunca antes se previó, el exterminio total de su fe. Pese a eso, el Gran Maestro Luke Skywalker, mantuvo el Código Jedi en su exilio, junto a todos los demás Textos Sagrados de los Jedi, que no solo enseñaban a los seguidores de la Orden a no caer en las tentaciones del lado oscuro, sino que también mostraban la sabiduría y el entrenamiento que forja a un verdadero Maestro Jedi, de su cuerpo, hasta su alma.
Fue así como se dejó atrás la idea de que, un iniciado Jedi buscará su propio Cristal Kyber, pero no el ritual de la Asamblea, pues ningún iniciado realmente comienza su camino, sin dejar del todo atrás sus propios miedos o fallas. Otros rituales como la trenza del Padawan, quizás también han sido olvidados, pero otros tantos, como el camino de la fuerza que solo un Maestro le puede dar a un solo Padawan, jamás quedaron atrás, pues el conocimiento de la fuerza se transmite a la vez que se percibe en todo el cuerpo, hasta ser finalmente digno de convertirse del todo en un instrumento de esta, en un verdadero Caballero Jedi.
Los Caballero Jedi, el pleno derecho de la orden
Solo cuando un Padawan es capaz de superar sus nueve pruebas, es capaz realmente de dejar de lado su yo único y egoísta para ascender como un miembro de la Orden Jedi con pleno derecho a formar parte de la Fuerza. Las nueve pruebas probablemente ahora han sido olvidadas, pero realmente siguen vigentes en el camino de cualquier Padawan.
Trabajo en equipo, el aislamiento, la ira y el miedo, la traición de los seres más queridos, la concentración, el instinto, y sobre todo el perdón y la protección. Son esas pruebas, aquellas capaces de manifestarse de cualquier manera, incluso por parte del propio Maestro, o del propio aprendiz, pues las tentaciones del lado oscuro, suelen alcanzar lo más secreto y profundo de los seres, para corromperlos desde adentro. Por ello, el convivir con otros, el perdonar, el meditar y proteger la vida en todas sus formas, son el único camino para alcanzar la Orden Jedi y el poder que la fuerza promete.
Asciende finalmente, Maestro Jedi
Que la soberbia y el cansancio al servicio nunca se combinen en el camino de los Jedi, pues esos son los rasgos que los separan de ser un verdadero Maestro. En el auge de la Orden, los iniciados eran llevados al Templo Jedi en Coruscant para superar todas las pruebas que la fuerza requería, para finalmente alzarse como Maestro Jedi, pero ahora, cuando la Orden pasa por sus momentos más oscuros, todos aquellos Jedi sobrevivientes, cruzan sus caminos en lo que parece soledad.
Sin embargo, el conocimiento de los Maestros que vinieron antes, no se ha perdido realmente, pues mientras la Fuerza sea el poder que rige a todo el cosmos, habrá en ella el conocimiento de todos los que alguna vez sirvieron a la Orden, quienes ahora son voces que solo aquellos realmente tocados por la luz, son capaces de escuchar.
Asciende de tal forma Maestro Jedi, pues ahora más que nunca el cosmos necesita de un equilibrio para continuar con la vida que inicia y concluye únicamente bajo la guardia de los Verdaderos Jedi.